Sin importar la calidad que tengan, la batería de ciclo profundo tiene un período de vida determinado; a medida que se usa, va disminuyendo gradualmente su rendimiento, hasta el punto en el que no soporte la misma cantidad de carga y afecte significativamente su estación fotovoltaica; por esta razón es muy importante realizar testeos de manera periódica para verificar el estado del dispositivo y determinar si es o no momento de reemplazarla.
Esta degradación es algo natural que tiene la batería panel solar como consecuencia de las reacciones químicas que continuamente se están realizando para mantener la carga en el sistema eléctrico; lo que quiere decir que desde el primer segundo que las pone en funcionamiento van a tener menor capacidad de lo que viene en la etiqueta. Este proceso será más rápido o lento dependiendo de varios factores: el tipo de tecnología, las condiciones ambientales de la instalación, la calidad de los materiales que la componen o la cantidad que posee.
Por eso, no hay fechas exactas que indiquen el momento ideal para reemplazar este elemento del kit solar; y si bien se incluyen tiempos de caducidad o un número de ciclos predeterminado en la etiqueta, esto únicamente funciona como referencia en unas condiciones climatológicas y de uso específicas que se indican previamente en el laboratorio que es muy complejo mantener en la práctica. Si desea evitar que los daños se extiendan y su estación fotovoltaica deje de rendir lo necesario debe seguir nuestras recomendaciones:
¿Cómo identificar que la batería de ciclo profundo está dañada?
El primer factor que determinará que el dispositivo está dañado es cuando nota que al final del día le cuesta tener la misma cantidad de carga y suplir su demanda energética; en este punto es necesario inspeccionar la estación fotovoltaica y determinar si el daño es por la degradación de la batería o si se trata de un problema externo en otros componentes, por ejemplo, el cableado, los paneles, el regulador, el inversor o la habitación donde están almacenados.
Para comprobarlo, desconecte la batería y revisala por separado, de forma que descarte cualquier otro tipo de fuente de daño de los demás componentes del sistema fotovoltaico; una vez que la ha aislado, realice las siguientes comprobaciones:
Inspección visual
En ocasiones los problemas son perfectamente visibles desde el exterior y no será necesario inspeccionar más profundo; algo muy útil si no se sabe mucho sobre estos dispositivos. Fíjese en lo siguiente:
- Terminales zafados o rotos: si detecta este problema tendrá que interrumpir el funcionamiento inmediatamente, ya que esta pieza es la que recibe la electricidad y si está defectuosa generará cortocircuitos.
- Bultos en la carcasa: significa que la composición química en el interior está explotando debido a una sobrecarga y afecta la contextura de la batería.
- Grietas: los golpes generan aberturas que hacen que se escape la capacidad de carga.
- Fugas de líquido: si se escapa demasiado, las placas de plomo estarán expuestas al oxígeno, generando la sulfatación de los componentes internos.
- Decoloración de la superficie externa: esto es una señal de que hay agentes externos como temperatura o humedad que están afectando el rendimiento interno de la batería.
Si después de hacer esta inspección visual continúa utilizando el dispositivo corre el riesgo de generar daños irreparables en la instalación fotovoltaica o en los aparatos conectados debido a las sobrecargas; además, las probabilidades de que exploten aumentan considerablemente.
Lectura de voltaje
Si el problema no se evidencia en el exterior, deberá realizar la prueba del voltaje, de esta forma conocerá el valor exacto de capacidad máxima que soporta la batería; para esto requiere un equipo de medición digital, un aparato simple y asequible que le permite evidenciar gráficamente los amperios, resistencia y voltios.
Antes de hacer la medida, verifique en la etiqueta de la batería de ciclo profundo el voltaje total que soporta el dispositivo; la mayoría son 12 voltios, pero es mejor verificarlo. En caso de que la lectura marque cero es motivo para preocuparse ya que ha ocurrido un cortocircuito; si no supera los diez, una celda estará muerta y no tendrá el máximo rendimiento; y si marca buen porcentaje, pero no carga es que está sulfatada y es necesario reemplazarla.
Compruebe el lugar
El espacio donde almacena las batería de ciclo profundo también es importante, muchos las colocan en el ático y no se toman la precaución de verificar la zona, perjudicando su rendimiento al largo plazo; en términos generales debe asegurarse que la habitación se encuentre ventilada, no tenga contacto directo con los rayos del sol pero que esté bien iluminada y que los valores de humedad se encuentren estables y no favorezca el crecimiento de microorganismos.
Si su batería de ciclo profundo tiene estas características no desespere, lo mejor es optar por reemplazar el dispositivo y no arriesgarse a reparar algo que no le brindará el mismo rendimiento; para eso, llámenos al +56 9 8256 9012, +56 9 6788 5564 o escribanos al correo cotizaciones@rayssa.cl.
