La batería solar es el dispositivo ideal e indispensable en todo sistema fotovoltaico. No es para menos, el uso de energía solar ha ido creciendo gradualmente en Chile. Además, de las ventajas relacionadas con una vida más sostenible y la exploración de fuentes libres y renovables, los costos de adquisición, instalación y mantenimiento del sistema fotovoltaico están cayendo, haciendo que la tecnología sea más accesible para todos.
Sin embargo, la accesibilidad no lo es todo. Es necesario considerar la evolución de este sistema, que se está volviendo más inteligente. Esta evolución incluye la implementación de componentes resistentes, como alta durabilidad, alta capacidad de generación de energía y almacenamiento de energía excedente. Una novedad que complementa los sistemas fotovoltaicos y los hace más eficientes es usar baterías como respaldo. ¿Has oído hablar de esta posibilidad?
Teniendo en cuenta que la energía solar está teniendo un crecimiento y participación importante en Chile, hemos elaborado esta publicación, ya que, queremos ayudarlo a comprender esta tecnología y cómo puede ayudarlo con la autosuficiencia energética en su propiedad privada o comercial. Estamos en una sociedad que requiere usar soluciones eficientes para cuidar el medio ambiente, los recursos y al mismo tiempo ahorrar costos. Así que, disfruten la lectura.
¿Qué es un sistema fotovoltaico?
Antes de descubrir cómo funciona la batería de respaldo, debe tener una breve comprensión de los sistemas fotovoltaicos. El modelo más común consta de paneles solares, inversor de onda pura, equipos de apoyo a la instalación en techos y un medidor de rendimiento que monitorea la producción de energía. Son sistemas totalmente completos para que puedan aprovechar al máximo la energía renovable del astro mayor.
Las placas solares capturan partículas de fotones a la luz del sol y las convierten en electricidad. A partir de este proceso, el inversor convierte estas partículas en energía utilizable, alimentando la salida e interruptores del establecimiento. La mayoría de estos sistemas están interconectados a la red pública de distribución (on grid) y, cuando la propiedad demanda más energía de la que produce, es posible utilizar la red eléctrica como complemento.
También es posible lo contrario: cuando el usuario produce más energía de la que consume, la cantidad sobrante puede ser enviada al concesionario local, generando créditos de energía, que efectúan un descuento en la factura de la luz como beneficio para el propietario. Los beneficios de usar estos sistemas son diversos tanto a nivel personal, familiar como comunitario. Las personas no solo se están ahorrando sumas importantes de dinero, sino también se están cuidando los recursos naturales.
¿Cómo funciona el sistema fotovoltaico con la batería solar o el banco de baterías?
Básicamente, el mecanismo es exactamente el mismo que el del sistema de red eléctrica pública. La única diferencia es que tiene un banco de baterías estructurado para almacenar parte o todo el exceso, es decir, lo que se produjo y no se usó se guardará para su uso posterior.
Así, cuando se interrumpa el suministro realizado por el concesionario, todo el sistema quedará automáticamente aislado de la red pública, alimentando la propiedad con este excedente de energía que se almacenaba en la batería de respaldo. El tiempo de autoabastecimiento dependerá de la cantidad de baterías utilizadas y su respectiva capacidad.
En este caso, los paneles solares captan la luz solar y generan una corriente eléctrica continua que alimenta las baterías en lugar de la red. Desde el momento en que se solicita la energía, la corriente se convierte y distribuye a la red eléctrica privada de la propiedad. De esta manera, las personas podrán aprovechar al máximo el sistema fotovoltaico.
Una vez más, es importante señalar que este sistema funciona en paralelo con la red pública de distribución de energía, y su aislamiento solo se produce cuando existen interrupciones en el suministro local, lo que implica la activación automática de las baterías. Por lo tanto, es importante contar con el banco de baterías idóneo y tener los cuidados necesarios para preservar la vida útil de estas.
Si el sistema fotovoltaico produce más energía que la demanda de consumo, puede reemplazar la red pública por completo. Sin embargo, esta posibilidad depende exclusivamente de la capacidad de generación de energía y de la creación de una estructura redundante, para evitar el riesgo de fallas en el suministro.
¿Cuáles baterías se pueden usar en este tipo de sistema?
No todos los tipos de baterías son compatibles para este propósito. Usar modelos inadecuados puede generar pérdidas, ya que la capacidad de almacenamiento se reducirá y requerirá un mantenimiento más recurrente. Las baterías más adecuadas para soportar una estructura fotovoltaica son las del tipo VRLA y AGM, ya que no requieren servicios de mantenimiento y entregan una vida útil mucho más larga, garantizando un ahorro de gastos en el tiempo.
Baterías VRLA
Las baterías VRLA (plomo-ácido reguladas por válvula), también conocidas como baterías de gel, están selladas y compuestas de material de plomo-ácido que no requiere mantenimiento. En cuanto a capacidad, tienen un voltaje de 12 V y una corriente de hasta 12 A.
Baterías AGM
Las baterías AGM (Absorbent Glass Mat) tienen una tecnología diferente a las demás, al estar formadas por una manta de fibra de vidrio absorbente. Este material permite que el modelo absorba completamente la solución ácida (electrolito) en su base, manteniendo los separadores más estables durante el funcionamiento.
Inversores
Aprovechando este tema, también es necesario considerar a los inversores, aunque no hay un modelo específico recomendado para este sistema. Todas las versiones utilizadas en un sistema fotovoltaico común pueden aplicarse a su estructura, siempre que puedan funcionar conectadas o aisladas de la red pública de distribución.
¿Cuánto dura la batería solar de un sistema fotovoltaico?
La respuesta a esa pregunta depende de algunos factores específicos, como:
- La amplitud de generación de energía de los paneles.
- La capacidad de almacenamiento de energía de cada batería utilizada.
- La cantidad de baterías agregadas a la estructura.
- La valoración previa del consumo medio de energía del inmueble, sumado a lo que se consumirá en casos urgentes.
Con estos datos en la mano, puede hacer un cálculo preciso de cuánto tiempo duraría una fuente de alimentación con esta tecnología en caso de un corte de energía en la red pública. Idealmente, en estas condiciones, debe considerar que las baterías suministran solo los equipos más esenciales, como refrigeradores, lámparas de emergencia, una computadora y un módem de internet.
¿Cuáles son las ventajas de usar baterías como respaldo?
Además del beneficio económico, el consumo de energía solar está bien considerado en el sentido de responsabilidad medioambiental. Pero al usar baterías como respaldo, se agregan otras dos ventajas:
Control sobre el gasto energético
Con un sistema de batería como respaldo, puede decidir cuándo se enviará el excedente de energía a la red eléctrica pública. Para no sobrecargar el sistema, el flujo de energía se redirige automáticamente cuando las baterías están llenas, pero esto no le impide tener una vista de la capacidad distribuida, lo que hace que esta sea una buena forma de ahorrar y monitorear si la contabilidad por concesionario es correcta.
Riesgo bajo por falta de electricidad
Si utilizan esta tecnología, el riesgo de interrupción del suministro será prácticamente nulo. Si hay un corte de energía en la red pública, las baterías comenzarán a funcionar instantáneamente, garantizando el suministro necesario durante horas o días, dependiendo del consumo y la capacidad estructural.
Ahora que conoce las ventajas relacionadas de usar baterías como respaldo en el sistema fotovoltaico, ya no necesita correr el riesgo de quedarse sin electricidad en su propiedad, ya sea comercial o residencial. Planifique hoy un refuerzo para su estructura de generación de energía y asegure una mayor estabilidad en el equipamiento de su hogar o empresa.
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